Hace semanas analizamos detenidamente las cuatro preguntas que debes responder antes de emprender. En dicho artículo vimos que una de las ideas que más claras debemos tener es conocer si somos viables para nuestra idea, y saber cuánto dinero queremos invertir en ella. En muchas ocasiones, ya sea por motivos bien económicos, como por motivos […]
Hace semanas analizamos detenidamente las cuatro preguntas que debes responder antes de emprender. En dicho artículo vimos que una de las ideas que más claras debemos tener es conocer si somos viables para nuestra idea, y saber cuánto dinero queremos invertir en ella.
En muchas ocasiones, ya sea por motivos bien económicos, como por motivos afectivos, decidimos adentrarnos en la aventura del emprendimiento en compañía. Escoger a la persona con la que apostaremos todo nuestro esfuerzo mental, físico y económico, no puede ser una decisión que se tome a la ligera. Por tanto, como diría tu madre: no te acerques a las malas compañías, y seguro que te irá mejor. Aprendido este consejo básico, vamos a centrarnos en cuatro simples nociones que debes tener en cuenta antes de elegir a tu socio.
Comenzamos con la noción más básica de todas. Si te asocias con alguien asegúrate que esa persona puede aportarte valores fundamentales para tu idea. Puede que no sea el mejor en contabilidad, pero quizás sí lo sea en la captación de clientes. Por ello, busca a esa persona que se complemente 100% contigo y juntos suméis, no restéis.
De igual manera, es muy importante que ambos tengáis claros qué objetivos queréis alcanzar con vuestro proyecto. Debéis tener muy clara la meta, para saber cómo encaminarse a ella. Si no buscáis lo mismo, es probable que fracaséis tarde o temprano. Antes de emprender juntos, sentaros a fijar muy claros los objetivos que queréis alcanzar, y de qué forma queréis lograrlos. Compartir una manera de trabajar parecida es vital para que no os perdáis antes de llegar a vuestro objetivo.
Si decides emprender en compañía debes tener muy presente que a partir de ese momento, esa persona se convertirá en tu segunda mano. Después del matrimonio, puede ser el compromiso más importante que adquieras en tu vida. Incluso pasarás más tiempo con tu socio que con tu pareja. Por tanto es fundamental que confíes al cien por cien en él/ella. Trata de conocer su background y su recorrido empresarial. Averigua si ya ha invertido antes, si ha colaborado en empresas que hayan quebrado, etc.
No sirve de nada, buscar a una persona en quien confíes y con mismos objetivos, si no tiene la responsabilidad empresarial necesaria para alcanzarlos. Sentimos decirte que debes huir de los compromisos familiares, o de amistad. Por muy buena que sea tu relación con tu cuñado, necesitas alguien con un gran brackground empresarial, y que sea constante en sus decisiones. Por ello asóciate sólo con aquellas personas que sabes que van a implicarse al 100% con tu idea.
